Es indiscutible la importancia de los libros y registros contables en el desarrollo de las actividades económicas.
En el terreno legal, permiten ajustarse a las disposiciones o reglas establecidas. En lo económico, sirven para analizar los resultados de la gestión, hacer proyecciones y tomar decisiones sobre la marcha de la empresa o negocio.
En lo administrativo, constituye una fuente ordenada de datos que facilita una adecuada conducción y son imprescindibles para determinar los tributos que corresponden pagar.
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En suma, los libros de contabilidad registran las entradas y salidas de recursos de una empresa, lo que permite conocer los resultados de la gestión en un período determinado, demuestran su situación financiera y económica, constituyen una evidencia de todas las transacciones realizadas y de la fecha en que se efectuaron, así como una garantía para quienes mantienen un interés en sus operaciones comerciales.
En el campo tributario, una de las obligaciones formales más importantes es la de llevar libros y registros contables debidamente legalizados, así como mantenerlos actualizados de acuerdo con los plazos establecidos.
Esto se debe a que los libros y registros contables proporcionan a la Administración Tributaria la información detallada de las operaciones o las actividades del contribuyente, lo que permite la adecuada verificación entre lo registrado y lo declarado por aquél, así como respecto de los tributos pagados.
Los libros de contabilidad exigidos de acuerdo con las normas tributarias varían según el tipo de contribuyente, la categoría de renta que genera y el nivel de ingresos que se percibe.
Para contribuir al conocimiento de esta obligación formal y evitar que se incurra en infracciones de manera involuntaria, se debe contar con una asesoría profesional en el rubro de contaduría y tributaria, que les brinde conocimiento para llevar de manera eficaz esta importante labor para su empresa.